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Acero inoxidable 904L vs 316L: ¿cuál es mejor para su proyecto?

El acero inoxidable 904L y el 316L son dos aleaciones frecuentemente empleadas en diversas industrias por su magnífica resistencia a la corrosión, particularmente en ambientes de alta agresividad. No obstante, hay diferencias fundamentales entre ambos materiales que pueden afectar su selección de acuerdo a las necesidades particulares del proyecto. El 316L es una variante con un bajo contenido de carbono del acero inoxidable 316, frecuentemente empleado en usos marinos, químicos y farmacéuticos. Proporciona una excelente resistencia a la corrosión, en particular ante ácidos como el acético, el tartárico y el láctico. Además, resulta más asequible que el 904L, lo que lo hace una alternativa perfecta para proyectos en los que el presupuesto es un factor relevante sin poner en riesgo excesivo la resistencia.

En contraposición, el acero inoxidable 904L es una aleación de alta aleación austenítica que contiene un contenido notablemente superior de níquel, cromo, cobre y molibdeno. Estas características lo convierten en una gran resistencia a ácidos potentes como el sulfúrico y el clorhídrico, además de resistir la corrosión bajo tensión. El 904L también posee una mayor durabilidad en entornos altamente corrosivos, lo que lo hace una elección predilecta para la industria offshore, plantas químicas de gran demanda y componentes sometidos a condiciones extremas. Pese a que su precio es significativamente superior al del 316L, si su proyecto demanda una durabilidad máxima y resistencia a elementos altamente corrosivos, el 904L podría ser la opción más ventajosa a largo plazo.